Social-populismo y derechización en Europa

Por una vez, y sin que sirva de preferencia, estoy de acuerdo, y por dos veces!, con La Libreta del periodista Lluís Foix. No sólo me parece más que correcto lo que dice, sino que creo que se trata de un lúcido análisis al respecto en http://www.lavanguardia.es/lv24h/20080618/53483717215.html y http://www.lavanguardia.es/lv24h/20080619/53484027360.html (buen título: el frívolo progresismo de Zapatero). La Unión Europea, defensora y cuna de la democracia, ya no sólo limita los derechos de sus ciudadanos en nombre de la seguridad, ya ha consagrado la desaparición de los mismos Derechos Humanos que aparecieron por primera vez formulados en territorio europeo. La nueva normativa europea sobre inmigración ha sido, como muy bien indica el columnista, aprobada por los "socialistas" del PSOE, del "progresivísimo" Zapatero, con la honrosa excepción de dos diputados catalanes. Esa es la prueba más evidente del socialismo y el progresismo del gobierno español, que sólo ha podido votar no a la también impresentable directiva sobre las 65 horas semanales, otro disparate comunitario que echa por tierra un principio por el que han luchado por décadas decenas de millones de trabajadores en todo el mundo, y que parecía finalmente asumido en Europa.

Sí, Lluís Foix tiene razón cuando dice que el sedicente progresismo de Zapatero es frívolo y literalmente barato, pues va dirigido a colectivos pequeños. También está en lo cierto cuando afirma que se trata de gestos (y gastos) simpáticos y que le dan popularidad al gobierno "socialista", y eso tanto en España como en el resto del mundo. Pero hay otro elemento a considerar aquí, y es que el PSOE, quizás los otros partidos en buena medida también, pero eso no nos ocupa aquí, se están centrando en símbolos, gestos, y en el atraerse a minorías o grupos de presión, especialmente si estos han sido marginados previamente, si son militantes o pueden decantar una elección. En ese sentido, los socialistas hispanos me recuerdan cada vez más al Partido Demócrata norteamericano, que se ha convertido en una especie de movimiento de movimientos de reales o supuestas minorías.

Por lo demás, resulta más que impresentable que, si realmente el problema demográfico era tan grave y además estructural, en pocos meses ya los inmigrantes sobren (paren ahora mucho más los europeos, o nuestros ancianos se están muriendo a ritmo más acelerado...) Lo mismo se puede decir respecto a Catalunya. Hace unas pocas semanas, los médicos extranjeros podían solucionar el problema de escasez de facultativos en Sanitat, ahora se diría que esos potenciales doctores del sistema público ya son sobrantes y estorbo.

Y si hablamos de economía, existen estudios serios que afirman, oh sorpresa, que Europa es más competitiva que Estados Unidos, y que el mayor desarrollo económico norteamericano se debe a que trabajan muchas más horas (pero con menor productividad horaria) y, nueva sorpresa, a la inmigración superior (publicado en ese gran portavoz de la extrema izquierda y el socialismo radical que es The Economist). Sí, queridos lectores, la inmigración hace crecer la economía al incorporar nuevos trabajadores y consumidores (además de nuevos contribuyentes a las arcas públicas).

Y todo esto en el día en que, oh sorpresa, un magistrado español ha suspendido una orden de expulsión porque considera que podrían existir argumentos humanitarios que se deben considerar en el caso. Alguien se acuerda de cuando los neonazis atacan refugios para asilados en Alemania y que al final el asilo se hizo casi imposible en toda Europa? Vamos bien...